GALERÍA LITERARIA

martes, marzo 29, 2011

RUBEN DARÍO, EL FAISÁN 20.IX1895

20 de setiembre de 1895

Dijo sus secretos el faisán de oro:
—En el gabinete mi blanco tesoro,
de sus claras risas el divino coro,
las bellas figuras de los gobelinos,
los cristales llenos de aromados vinos,
las rosas francesas en los vasos chinos.

(Las rosas francesas, porque fue allá en Francia
donde en el retiro de la dulce estancia
esas frescas rosas dieron su fragancia.)

La cena esperaba. Quitadas las vendas,
iban mil amores de flechas tremendas
en aquella noche de Carnestolendas.

La careta negra se quitó la niña,
y tras el preludio de una alegre riña
apuró mi boca vino de su viña.

Vino de la viña de la boca loca,
que hace arder el beso, que el mordisco invoca.
Oh los blancos dientes de la loca boca!

En su boca ardiente yo bebí los vinos,
y, pinzas rosadas, sus dedos divinos
me dieron las fresas y los langostinos.

Yo la vestimenta de Pierrot tenía,
y aunque me alegraba y aunque me reía,
moraba en mi alma la melancolía.

La carnavalesca noche luminosa
dio a mi triste espíritu la mujer hermosa,
sus ojos de fuego, sus labios de rosa.

Y en el gabinete del café galante
ella se encontraba con su nuevo amante,
peregrino pálido de un país distante.

Llegaban los ecos de vagos cantares
y se despedían de sus azahares
miles de purezas en los bulevares.

Y cuando el champaña me cantó su canto,
por una ventana vi que un negro manto
de nube, de Febo cubría el encanto.
Y dije a la amada un día: —¿No viste
de pronto ponerse la noche tan triste?
¿Acaso la Reina de luz ya no existe?

Ella me miraba. Y el faisán cubierto
de plumas de oro: —«¡Pierrot, ten por cierto
que tu fiel amada, que la Luna ha muerto!»

Rubén Darío, enero de 1896
En ‘Revista Argentina’ I, 2 (20 de setiembre de 1895)

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jueves, enero 28, 2010

Si ...

poema
Florencio Ulibarri, I.2010
¿Y si Dios fuera el viento
que penetra por la nariz y tras los poros
hasta oxigenarnos los pulmones y el espíritu?

¿Y si Dios fuera el silencio
que envuelve cada noche en papel de celofán
nuestros sueños azules y locos?

¿Y si Dios fuera el río
que baña y refresca nuestros pies cansados
y colma nuestra sed de vida y ternura en este mundo peregrino?

¿Y si Dios fuera el fuego
que quema y consume nuestras entrañas
para que resplandezcan acrisoladas esas pepitas de oro encendidas?

¿Y si Dios fuera el mendigo
que nos tiende su mano
sin atreverse a confesar sus miedos y sus hambres?

¿Y si Dios fuera el niño
que desde las ventanas de su cuerpo
nos hace extrañas figuras de plastilina?

¿Y si Dios fuera el grito
de los pueblos oprimidos de la tierra
que viven y mueren ignominiosamente
reclamando un puñado de libertad?

¿Y si Dios fuera Jesús de Nazaret
muerto y resucitado hace dos milenios
y en la actualidad estandarte de vida y esperanza
de pobres, misericordiosos y perseguidos?

¿Y si Dios fuera a la vez viento, silencio,
perfume, fuego, rocío, música, río,
mendigo, niño, grito, ¡Jesús de Nazaret!?

¿Y si tú y yo también fuéramos Dios
–dioses en miniatura- con las responsabilidades de convertir
este mundo inhóspito en reino de paz y de fraternidad?

¿Y si Dios fuera ¡todo!,
todo lo que vemos,
sentimos,
ignoramos
y deseamos?

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LO FATAL

Rubén Darío
XLI
A René Pérez
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésa
ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni
mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin
rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto
seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus
frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no
saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!…

Tomado de:
Periolibros, México, 30 de enero de 1994.

http://www.patriagrande.net/nicaragua/ruben.dario/index.htm

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sábado, diciembre 26, 2009

Señor de mi vocación

Norberto Alcover sj
Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
esperando que me empujes,
deseando que me alientes,
rogándote que me sostengas;

porque he dejado jirones de tu llamada en el camino
y experimento la tristeza de la infidelidad;

porque me he entregado a los demás con egoísmo
y experimento la vergüenza de mi mentira;

porque he huido una y otra vez del dolor,
y experimento el dolor de la cobardía.

Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
para entregarte los despojos de mi batalla:
signo de mi debilidad culpable
y signo de mi valentía entusiasta.

Si me he arriesgado, ha sido por ti.
Si he peleado, ha sido por ti.
Si he sido vencido, ha sido por ti.

No es válida excusa, pero sí humilde confesión.
Señor de mi vocación, sigue siendo mi único Señor.

Que no me venda a nada ni a nadie.

Que no me canse jamás.

Que mi testimonio seas siempre tú.

Que al anochecer de cada día,
pueda sentir tu mirada en la mía,
como bastón poderoso para mi limitación.

Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
diciéndote de nuevo que sí.

Norberto Alcover sj

Gentileza Francesc Mulet

martes, octubre 27, 2009

Cantos tristes de la conquista

Visión de los vencidos

Introducción

Tal vez el mejor final que pueda darse a la Visión de los vencidos sea la transcripción de unos cuantos icnocuícatl, cantares tristes, verdaderas elegías, obra de los cuicapicque o poetas nahuas postcortesianos.


El primer icnocuícatl acerca de la Conquista que a continuación se transcribe, proviene de la colección de "Cantares Mexicanos" y probablemente fue compuesto hacia el año de 1523. En él se recuerda con tristeza la forma como se perdió para siempre el pueblo mexica. El siguiente poema es todavía más expresivo. Tomado del manuscrito indígena de 1528, describe con un dramatismo extraordinario cuál era la situación de los sitiados durante el asedio de México-Tenochtitlan.

Finalmente, el tercer poema, que forma parte del grupo de poemas melodramáticos que servían para ser representados. Comprende desde la llegada de los conquistadores a Tenochtitlan, hasta la derrota final de los mexicas. Aquí tan sólo se transcriben los más dramáticos momentos de la parte final. Estos poemas, con más elocuencia que otros testimonios, muestran ya la herida tremenda que dejó la derrota en el ánimo de los vencidos. Son, usando las palabras de Garibay, uno de los primeros indicios del trauma de la Conquista.


Se ha perdido el pueblo mexica
El llanto se extiende,
las lágrimas gotean allí en Tlatelolco.

Por agua se fueron ya los mexicanos;
semejan mujeres;
la huída es general.

¿Adónde vamos?, ¡oh amigos!
Luego ¿fue verdad?.

Ya abandonan la ciudad de México:
el humo se está levantando; la niebla se está extendiendo.

Con llanto se saludan el Huiznahuácatl Motelhuihtzin.
El Tlailotlácatl Tlacotzin, el Tlacatecuhtli Oquihtzin.

Llorad, amigos míos,
tened entendido que con estos hechos
hemos perdido la nación mexicana.

¡El agua se ha acedado,
se acedó la comida!

Esto es lo que ha hecho el Dador de la vida en Tlatelolco.

Sin recato son llevados Motelhuihtzin y Tlacotzin.

Con cantos se animaban unos a otros en Acachinanco,
ah, cuando fueron a ser puestos a prueba allá Coyoacan. (1)


Los últimos días del sitio de Tenochtitlan
Y todo esto pasó con nosotros.

Nosotros lo vimos,
nosotros lo admiramos.

Con esta lamentosa y suerte nos vimos angustiados.

En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos.
Destechadas están las casas,
enrojecidos tienen sus muros.

Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están salpicados los sesos.
Rojas están las aguas,
están como teñidas,
y cuando las bebimos,
es como si bebiéramos agua de salitre.

Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,
y era nuestra herencia una red de agujeros.
Con los escudos fue su resguardo,
pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad.

Hemos comido palos de colorín,
hemos masticado grama salitrosa,
piedras de adobe,
lagartijas, ratones,
tierra en polvo,
gusanos.

Comimos la carne apenas.
Sobre el fuego estaba puesta.
Cuando estaba cocida la carne, de allí la arrebataban.
En el fuego mismo, la comían.

Se nos puso precio.
Precio del joven, del sacerdote, del niño y de la doncella.

Basta:
de un pobre era el precio sólo dos puñados de maíz,
sólo diez tortas de mosco;
sólo era nuestro precio veinte tortas de grama salitrosa.

Oro, jades, mantas ricas, plumajes de quetzal,
todo eso que es precioso, en nada fue estimado. (2)


La ruina de tenochcas y tlatelolcas

Afánate, lucha, ¡oh Tlacaltéccatl Temilotzin!:
ya salen de sus naves los hombres de Castilla
y los de las chinampas.

¡Es cercado por la guerra el tenochca;
es cercado por la guerra el tlatelolca!

Ya viene a cerrar el paso el armero Coyohuehuetzin;
ya salió por el gran camino del Tepeyac el acolhua.

¡Es cercado por la guerra el tenochca;
es cercado por la guerra el tlatelolca!

Ya se ennegrece el fuego;
ardiendo revienta el tiro,
ya se ha difundido la niebla:

¡Han aprehendido a Cuauhtémoc!
¡Se extiende una brazada de príncipes mexicanos!

¡Es cercado por la guerra el tenochca,
es cercado por la guerra el tlatelolca!. (3)


La suerte de los vencidos
(Quejas contra el corregidor Magariño. Archivo de Indias)

La prisión de Cuauhtémoc

¡Es cercado por la guerra el tenochca;
es cercado por la guerra el tlatelolca!

Ya se ennegrece el fuego,
ardiendo revienta el tiro:
ya la niebla se ha difundido:

¡Ya aprendieron a Cuauhtemoctzin:
una brazada se extiende de príncipes mexicanos!

¡Es cercado por la guerra el tenochca;
es cercado por la guerra el tlatelolca!

Pasados nueve días son llevados en tumulto a Coyohuacan

Cuauhtemoctzin, Coanacoch, Tetlepanquetzaltzin:
prisioneros son los reyes.

Los confortaba Tlacotzin y les decía:
"Oh sobrinos míos, tened ánimo:
con cadenas de oro atados.
Prisioneros son los reyes."

Responde el rey Cuauhtemoctzin:
"Oh sobrino mío, estás preso,
estás cargado de hierros.

"¿Quién eres tú, que te sientas junto al Capitán General?
"¡Ah es doña Isabel, mi sobrinita!
"¡Ah, es verdad, prisioneros son los reyes!

"Por cierto serás esclava,
serás persona de otro:
"será forjado el collar,
el quetzal será tejido, en Coyohuacan.

"¿Quién eres tú, que te sientas junto al Capitán General?
"¡Ah es doña Isabel, mi sobrinita!
¡Ah, es verdad, prisioneros son los reyes!" (4)


1. Cantares Mexicanos. (Biblioteca Nacional de México.)
2. Ms. Anónimo de Tlatelolco, 1528. (Biblioteca Nacional de México.)
3. Cantares Mexicanos. (Biblioteca Nacional de México.)
4. Cantares Mexicanos. (Biblioteca Nacional de México.)


http://www.biblioweb.dgsca.unam.mx/libros/vencidos/cap15.html

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viernes, septiembre 18, 2009

SESENTA AÑOS DE PRESENCIA CALASANCIA

César A. Hernández-Solís

Arquitectura establecida en Sutiava que evocas al Palacio de Torres en tus sesenta años calasancios
con prismas de sabiduría, tesón, enseñanza pan del día,
con creación de escuelas populares, la que recibimos los leoneses ansiosos
para la formación laica, sacerdotal y después profesional como estrella mía.

Las escuelas Pías conducen al joven a una vida de amor
dirigida por los propósitos de San José de Calasanz para la educación.
Cuando estudias en el Calasanz vives en comunión verdadera y con primor
resuelve la confusión del joven, lo prepara para la vida y llena el vacío de su corazón.

San José de Calasanz no fuiste puesto en la tierra para ser recordado
sino , nacido para educar, preparando a la juventud con tu sabiduría para la eternidad
vivistes para ocuparte de la salvación del hombre, del cuerpo y del alma como un legado,
distes el uso más sabio de tu tiempo edificando las escuelas pías, tratadas con benignidad.

Joven si deseas que tu vida impacte en la sociedad
enfoca como un faro las metas (Piedad y Letras) acuñadas como “fé y cultura” para compartir el amor sincero.
Cuando la luz alcance más intensidad, seremos como el láser capaz de atravesar el acero.
Así queremos atravesar los corazones descarriados con la Doctrina Cristiana y con ansiedad.

Tú, milpa verde, cuando recibes los rayos dorados de la luz calasancia, actuaras
como el proceso de fotosíntesis produciendo dulzura, donde veras que el justo y el pobre se amarán
y como grano fértil en la eternidad vivirás,
para hacer cultivares de sociedades justas donde los jóvenes e iletrados con valores cambiarán.

Chilotes tiernos cultivados en las parcelas de la familia calasancia
nutriéndose con cada palabra de Dios en compañerismo,
con mensajes de poder recibidos a quienes permanecieron en el centro desde su infancia,
esforcémonos por alcanzar una comunidad en paz, libre de vicios, seamos paciente con nosotros mismos.

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jueves, junio 25, 2009

ATRÉVETE A EDUCAR

Miguel Ángel Estupirán
Colombia
Atrévete a educar, mira;
Atrévete a educar, anda;

El mundo necesita de tu luz.

Si ves que todo se derrumba a tu lado,

Pero el temor te empuja siempre a servir;
Si ves que eres bueno para algo
y con ello sabes hacer reír,
Hay una voz que en este momento canta para ti:

Si ya encontraste al fin aquel diamante
que dentro de ti se niega a morir,
si quieres enseñárselo a otros
para que puedan aprender así,
hay una voz que en este momento canta para ti:

Encontré el modo definitivo
para ser feliz,

Tú me regalaste un camino,
y quiero decir, quiero decir:

Si al escuchar esta canción tú te conmueves
y algo se calienta en lo profundo de ti,
será que alguien te llama desde lejos,
será que alguien te llama desde cerca;
hay una voz que en este momento canta para ti:

Si ya encontraste al fin aquel diamante
que dentro de ti se niega a morir,
si quieres enseñárselo a otros
para que puedan aprender así,
hay una voz que en este momento canta para ti:

Encontré el modo definitivo
para ser feliz.

www.lineacalasanz.es
PP. Escolapios

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jueves, mayo 28, 2009

Poesía Bri Bri

Këla sa-dékala siâdëlaë
se’la dëka siâdëlaë.
Sa-dëya yulërba se’la dëka;
chkàlia nalia se’la dëka.
Sibörö di’röla,
Sulérö stëröla, se’la kë a,
Keshkala moshkala dile dole,
atkala shpötkala këla kéi,
kueila sùne se’ wa.


No vinimos desde abajo así, sino humildes tan solo;
vinimos humildes tan solo.
Como niños, como pequeños vinimos,
como carne, como materia humana vinimos.
Aguas de Sibö,
compuestos de la Originadora, aquello no es lo nuestro.
Del altanero, del arrogante, del soberbio, del altivo,
del valentón, del bravucón, el mundo
no lo conocemos.

Chant retrieved from Cornelia Morales. (Constenla, 2006)
Works
http://74.125.47.132/search?q=cache:luLPJzwxqfkJ:www.mmahler.com/Assets/CR08Papers/Ana.doc+poes%C3%ADa+Bri+Bri&cd=14&hl=es&ct=clnk&gl=es

Bribri in Costa Rica:
Creating, Using and Preserving a Written Language
Bribri is a tonal indigenous language that belongs to the Chibchan family

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